Los Institutos de Formación Docente aspiran a formar egresados que desarrollen múltiples capacidades intelectuales, prácticas y sociales, que le permitan acompañar de modo óptimo el desarrollo de sus alumnos.
– Dominar los conocimientos a enseñar y actualizar su propio marco de referencia teórica.
– Adecuar, producir y evaluar contenidos curriculares.
– Reconocer el sentido educativo de los contenidos a enseñar.
– Ampliar su propio horizonte cultural más allá de los contenidos culturales imprescindibles para enseñar en la clase.
– Identificar las características y necesidades de aprendizaje de los alumnos como base para su actuación docente.
– Organizar y dirigir situaciones de aprendizaje, utilizando al contexto sociopolítico, sociocultural y sociolingüístico como fuente de enseñanza.
– Concebir y desarrollar dispositivos pedagógicos para la diversidad asentados sobre la confianza en las posibilidades de aprender de los alumnos.
– Involucrar activamente a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo.
– Acompañar el avance en el aprendizaje de los alumnos identificando tanto los factores que lo potencian como los obstáculos que constituyen dificultades para el aprender.
– Tomar decisiones sobre la administración de los tiempos y el ambiente del aula para permitir el logro de aprendizajes del conjunto de los alumnos.
– Conducir los procesos grupales y facilitar el aprendizaje individual.
– Reconocer y utilizar los recursos disponibles en la escuela para su aprovechamiento en la enseñanza.
– Seleccionar y utilizar nuevas tecnologías de manera contextualizada.
– Reconocer las características y necesidades del contexto inmediato y mediato de la escuela y de los sujetos a fin de adecuar las intervenciones educativas
– Participar en el intercambio y comunicación con las familias para retroalimentar su propia tarea.
– Trabajar en equipo con otros docentes, elaborar proyectos institucionales compartidos y participar y proponer actividades propias de la escuela.